Santa Marta sin cuidado
se llena de turistas
Por: Daniela Peñarredonda Lobelo
El turismo en Santa Marta sigue creciendo, está bien que seamos
ubicados como tercer destino turístico nacional (Anato), pero la ciudad continúa
con los principales problemas públicos sin resolver. El pasado y el actual
gobierno se han dedicado al embellecimiento de la ciudad pero no resuelven
problemas de mayor importancia como la crisis de agua (que ahora está en pausa
por el periodo de lluvias), el problema del alcantarillado, y el pésimo servicio
de energía eléctrica. Ahora, han construido sitios y remodelado tros, pero
está en total descuido el centro histórico, y ya los nuevos parques los está
dañando la gente.
Parece que en esta ciudad cada uno trabajara por su lado,
mientras unos se empeñan en vender el sector turístico de la ciudad como sitio
de ensueño, playas paradisiacas, la súper vida nocturna, los eventos
culturales, la gastronomía, etcétera, aquí la administración va por otro lado
solventando momentáneamente un problema, agarrando de un lado y de otro. Aquí
al Alcalde le toca jugar twister tratando de resolver cada situación que se presenta.
Mientras tanto los turistas desfilando entre tanto desorden y desarreglo.
Sin embargo, la ciudad tampoco tiene como sostenimiento el
turismo, pese a que cada vez se incrementa. El sector histórico de la ciudad está
en deterioro, con un abandono claramente reflejado en la bahía, en la estatua
de Don Rodrigo de Bastidas, toda su cerca de barrotes en cemento está rajada y
los adoquines soltándose, aparte de los sectores del malecón en estado
deplorable.
El Alcalde puede salir indignado a decir, en el caso de los
parques nuevos enseguida dañados, “es que la gente los daña”. Claro, pero dónde
está la cátedra en los colegios que tenga como enfoque el fomento del turismo,
el cuidado de las locaciones de la ciudad que son patrimonio cultural, hasta el
tan promocionado cuidado del medio ambiente. Si la base de una sociedad es la
educación ¿por qué no intervenir ahí para enseñar a la gente a cuidar? Es más fácil
hacer todo y decir: ya terminé, pero no preocuparse por fomentar la
preservación de esas millonarias inversiones.
La Ministra de Comercio, Industria y Turismo acaba de entregar
obras de señalización en la ciudad, en dos idiomas, todo muy internacional con
estándares de calidad que valorizan la ciudad, todo muy bonito. Vamos a ver cuánto
dura. No se hace nada cuando dos o tres construyen o extranjeros que construyen
ciudad, si los que permanecen son los mismos ignorantes sin conciencia. Hay que
vincular a los samarios en el proceso y educarlos para poder fomentar el
sentido de pertenencia.
Un famoso caso fue el año pasado con la implementación unos
cuadrados metálicos con una boca que decía ser canecas compactadoras pero no
tenía ningunas instrucciones. La Alcaldía junto con ESPA alegremente pusieron
unas cajas cuadradas de metal en las playas sin informar para qué rayos servían. La duda en
redes sociales se volvió viral con comentarios exagerados tratando de adivinar
el uso de las dichosas cajas.
Estamos en semana de receso estudiantil y ¿con qué cara recibe
la ciudad a los turistas? Monumentos emblemáticos en deterioro, desastre por
malos olores producto de Matthew (que en realidad es por el mal sistema de
alcantarillado), y playas bastante sucias producto de los desechos que la tormenta
arrastró al mar, por culpa de los mismos samarios que creen que los cauces de
los ríos son vertederos de basura.
Se le aplauden todas las obras al Alcalde y a los Ministerios
que intervienen desde la nación, pero hombre, hay que generar políticas que contribuyan
al cuidado y a la conservación de estos espacios. Hay que educar a la comunidad,
hay que hacer un acercamiento y no entregarles a la deriva las obras a los
ciudadanos de la forma en que el general Maza se despidió con aquella famosa
frase. Hay que hace las dos partes para poder asegurar el progreso de la
ciudad, de lo contrario se avanza tres pasos y se retroceden dos.
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